El mantenimiento de una puerta de garaje automática es crucial para la longevidad y el buen funcionamiento de la misma. Una puerta bien mantenida puede evitar reparaciones costosas, garantizar la seguridad de los usuarios y proteger sus pertenencias. El mantenimiento regular de una puerta de garaje automática incluye la lubricación y el ajuste de tuercas y tornillos u otros herrajes.
La importancia de la lubricación
La lubricación es una de las tareas de mantenimiento más importantes de una puerta de garaje automática. Ayuda a evitar que la puerta se pegue o se atasque, y también reduce el desgaste de las partes móviles de la puerta. La puerta se debe lubricar al menos una vez al año, o más a menudo si la puerta se usa con frecuencia.
Para lubricar la puerta, necesitarás un lubricante a base de silicona. No uses WD-40 u otros lubricantes a base de aceite, ya que pueden atraer la suciedad y la mugre y hacer que la puerta se vuelva pegajosa. Para comenzar, asegúrate de que la puerta esté cerrada y desconecta la alimentación del abridor. Por lo general, esto se puede hacer tirando del cordón rojo de liberación de emergencia.
Luego, usa un paño limpio para limpiar las pistas y los rodillos. Retira la suciedad o los residuos que se hayan acumulado, ya que esto puede impedir el movimiento de la puerta. Una vez que las pistas y los rodillos estén limpios, aplica una pequeña cantidad de lubricante a cada rodillo y la pista. Asegúrate de aplicar el lubricante con moderación, ya que demasiado puede engrasar la puerta y atraer la suciedad.
Después de haber lubricado la puerta, hazla funcionar varias veces para asegurarte de que el lubricante se distribuya uniformemente. Si notas un exceso de lubricante, límpialo con un paño limpio. También debes lubricar las bisagras y los resortes, pero ten cuidado de no dejar lubricante en la superficie de la puerta.
Apretar tuercas y tornillos, otra tarea de mantenimiento importante
Apretar tuercas y tornillos u otros herrajes es otra tarea de mantenimiento importante para una puerta de garaje automática. Con el tiempo, las tuercas y los pernos que sujetan los herrajes de la puerta en su lugar pueden aflojarse, lo que puede hacer que la puerta no funcione correctamente o incluso que se salga de los rieles. Por lo tanto, es importante revisar estos componentes periódicamente y apretarlos según sea necesario.
Para apretar las tuercas y tirafondos u otros herrajes, comienza por inspeccionar todos los componentes de la puerta. Revisa las bisagras, los rodillos, los rieles y otros accesorios en busca de signos de desgaste o daño. Si notas algún componente dañado, reemplázalo antes de intentar apretar cualquier pieza.
A continuación, usa una llave inglesa o un juego de dados para apretar las tuercas o pernos sueltos. Ten cuidado de no apretar demasiado los herrajes, ya que esto puede hacer que la puerta se desalinee. Aprieta cada tuerca o perno un poco a la vez, alternando entre ellos para asegurarte de que estén apretados de manera uniforme.
Comprobar si la puerta está equilibrada
También es importante comprobar periódicamente el equilibrio de la puerta. Una puerta desequilibrada puede ejercer una presión adicional sobre el abridor y provocar un desgaste prematuro de los componentes de la puerta. Para comprobar el equilibrio de la puerta, desconecta el abridor de la puerta y ábrelo manualmente hasta la mitad. La puerta debe permanecer en su lugar cuando se suelta. Si no es así, puede estar desequilibrado y se debe llamar a un profesional para que lo ajuste.
Además de la lubricación y el ajuste de tuercas y tirafondos, es importante mantener limpios los sensores fotoeléctricos y las pistas. La suciedad y los escombros pueden acumularse en estos componentes y hacer que la puerta no funcione correctamente. Para limpiar estos componentes, utiliza un paño limpio para eliminar la suciedad o los residuos que puedan haberse acumulado.
El mantenimiento regular de una puerta de garaje automática puede ahorrarte dinero y evitar posibles riesgos de seguridad. Se recomienda que un profesional inspeccione y mantenga la puerta al menos una vez al año. Un profesional puede identificar problemas potenciales antes de que se conviertan en problemas mayores y asegurarse de que la puerta funcione correctamente.
Mantenimiento de cara al verano
Realizar el mantenimiento de la puerta de tu garaje durante los meses de verano es una buena idea por varias razones.
Es una época en la que muchas personas usan las puertas de su garaje con más frecuencia. Este mayor uso puede provocar el desgaste de los componentes de la puerta, por lo que es aún más importante realizar un mantenimiento regular durante este tiempo. Al realizar el mantenimiento antes de que surjan problemas graves, puede evitar reparaciones costosas y asegurar que la puerta de tu garaje funcione correctamente.
En resumen, realizar un mantenimiento regular puede prolongar la vida útil de la puerta de tu garaje, evitar reparaciones costosas y asegurarte de que funciona correctamente.
Te aconsejamos que hagas una inspección o revisión de la puerta de su garaje contratando a una empresa especializada. Puedes consultar nuestros planes de mantenimiento.